jueves, 20 de noviembre de 2008

¿Egocéntrico yo?



Descartaremos tu egocentrismo con tres simples preguntas….

1. ¿Alguna vez algún detalle físico como el cabello rebelde, una manchita en la ropa, un grano, etc te ha impedido salir de casa?
2. ¿Si sales y te das cuenta que tienes una mancha, tu ropa tiene una descocidita, o no te arreglaste bien haces hasta lo imposible por ocultarlo?
3. ¿Haz sentido que personas mayores como tus profesores, padres, tutores, otros, realmente no puede entender tus sentimientos o lo que en verdad te pasa?

¿Haz respondido sí a la mayoría de preguntas? ¡Bien! Eres un adolescente como nosotros. Los adolescentes solemos fijarnos en esos pequeños detalles mucho más que antes. Cuando somos niños nuestros padres nos visten como quieren y nosotros salimos sin hacernos mayores problemas. Ahora nos preocupamos de detalles mínimos que pueden hacer gran influencia en nuestro actuar diario.

Los niños son egocéntricos porque en un comienzo ven todo sólo desde su punto de vista pero poco a poco se van dando cuenta que los demás también tienen opiniones diferentes. Nosotros solemos ser algo egocéntricos no porque no sepamos que los demás piensan, sino porque creemos que piensan en nosotros (!)

A quien no le ha pasado que ha llegado tarde a una reunión porque antes de salir se dio cuenta de un detalle mínimo pero que en ese momento parecía ser un cartel luminoso que enfocaba la mirada del resto en nosotros. A veces creemos que cuando salimos estamos en una pasarela y todos los que pasan cerca son espectadores ansiosos por vernos caer como si fuésemos modelos. Pero comencemos a despreocuparnos que las cosas no son así.

Existe otro aspecto del “egocentrismo” a nuestra edad: creer que nadie nos comprende. Las investigaciones demuestran que los padres y maestros también fueron adolescentes algún día (si, talvez parezca que no lo recuerdan por su forma de actuar pero así fue) y también sintieron que nadie los comprendía. Lo importante es tener una posición ante todo. Se debe respetar tu posición pero recuerda lo que las investigaciones dicen, los adultos también fueron adolescentes y han vivido lo que nosotros y hemos compartido el mismo sentimiento.

Lo peor es sentirse sólo o “incomprendido” como dice ese comercial de una marca de helados reconocida. Creer que nadie nos entiende nos lleva a sentirnos solos, excluidos u omnipotentes. ¿Quieres saber que pasa con las personas que nunca superan esta etapa del egocentrismo creyendo que ellas pueden solas con todo? Pues pueden terminar en drogadicción, embarazos precoces (por no creer que necesiten anticonceptivos) y hasta suicidios.

Les dejo el video de los “incomprendidos” que no somos y el de la muchacha que se cayó en la pasarela, para que vean que si a nosotros nos pasa la gente no se reirá como le paso a ella. ¡¡¡Y si nos caemos nos paramos y seguimos adelante!!! ¡¡Porqué así sí somos!!




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